En los Cien Años de aniversario de la escuela 28 de septiembre de Ibarra; este mural invitó a la recreación. La meta del festival fue cohesionar varias perspectivas; la de la institución, su comunidad docente y estudiantil con la perspectiva de algunos ciudadanos y de los artistas para motivar a la sociedad ibarreña a actualizar y vivir la historia de la ciudad de una manera dinámica y atractiva. El Festival escuchó las sugerencias del GAD municipal con equilibrio creativo para dar una alternativa al carácter alegórico que a veces tienen nuestras ciudades ecuatorianas. En la temática de la Historia, este mural acudió al género del Cuento. Lo hizo con una mirada histórica no oficial. Por eso, en el mural de la ‘Escuela 28’ se realiza un llamado a tomar elementos creativos de cuando Ibarra era el valle de Carangue o sencillamente Caranki.
Por eso podemos advertir en la pintura símbolos como el Obelisco que entra en contacto con el volcán Imbabura; es decir una imagen cósmica que presenta la unión de dos símbolos locales; el uno; es un monumento histórico el otro un monumento natural que no dejará de influir en la ciudadanía; y, que como dice la leyenda andina; el Imbabura se transforma en persona y baja al casco urbano a dejar muchas lecciones a las y los ibarreños.
El personaje animal; representa a una 'Osa de Anteojos'; transformándose en humana; brindando también la necesidad de preservar a esta especie de una forma tan profunda; es decir tomándole al Oso de Anteojos o Ukumari; como un totem personal para la ciudadanía ibarreña.
Los otros rostros, están al lado derecho inferior del árbol de Ceibo y representan a nuestras identidades diversas y heterogéneas; es el devenir de nuestra diversidad cultural tomado como una fiesta popular liberadora. Además, rostros que empatan con el tradicional baile de máscaras y disfraces de la 'Bola Amarilla’, otro barrio ibarreño muy importante acá en nuestras leyendas de ayer y hoy.